Seguro que en alguna ocasión has sentido unas ganas enormes de comer todo aquello que digamos es “insalubre” a nivel nutricional; tipo chocolate, fritos, comida basura, etcétera. Esto es algo que le ha pasado prácticamente a todo el mundo.
Hambre real y hambre emocional
En primer lugar es importante diferenciar si tenemos realmente “hambre real”, como la necesidad fisiológica que demanda el cuerpo para incorporar energía, o simplemente tenemos ansia por comer, es decir, “hambre emocional”, un deseo de comer de manera compulsiva algo que nos apetece muchísimo en ese momento concreto, pero no porque no tengamos energía en nuestro cuerpo y necesitemos incorporar alimento, si no por el contexto social en el que nos movemos.
En todo nuestro alrededor nos venden la sensación de bienestar, que provoca comerse un determinado producto.
Así, hemos aprendido que si estás deprimido, aburrido o ansioso; comer todo aquello que nos apetece es una manera de aliviar ese estrés o malestar, buscando en la comida la sensación de satisfacción momentánea que nos evade de las emociones negativas, aunque solo sea a corto plazo.
Posteriormente la situación que nos causaba preocupación, digamos el motivo de esa ansiedad por comer, sigue estando presente. Por esta razón es muy común escuchar a nuestro alrededor a gente que dice: “cuando estoy triste/aburrido no puedo parar de comer” o “últimamente he engordado debido a la ansiedad que me provoca dejar de fumar”.
Si actúas de esta manera entrarás en un círculo vicioso del que es difícil salir, pues si comes cosas que “no debes” te sentirás culpable, y esta misma sensación te llevará a sentirte peor, lo que te generará más ansiedad y tendrás más ganas de volver a comer de forma compulsiva, es decir, sin control.
Consejos para acabar con la ansiedad por comer
¿Qué puedo hacer para eliminar esa ansiedad? Primero revisa por qué aparece esa ansiedad, a qué se debe, busca el origen; esto es fundamental para poder actuar sobre ella. Una vez localizado y modificado el origen, la respuesta es sencilla, haz todo lo contrario, RELÁJATE.
Ahora, voy a ofrecerte una serie de consejos para evitar comer compulsivamente (sin control):
- Haz ejercicio físico para descargar las tensiones y reducir el estrés, que puede llevarte a descargar tu ansiedad en la comida. Además, cuando realizamos ejercicio físico nos sentimos en forma, y ello nos guía a comer cosas “saludables”.
- Realiza comidas con mayor frecuencia si es necesario, pero en menor cantidad. Así evitarás sentir mucha hambre, y comer de forma rápida y compulsiva.
- Come despacio, saborea lentamente cada comida para darle tiempo a nuestro cerebro y a nuestro cuerpo a recibir la señal de recompensa, y sentirse saciados.
- Para los días en los que no puedas controlar tu ansiedad por la comida, evita tener alimentos poco saludables como “snacks, chocolate, bollería industrial, etcétera…» ya que suelen ser a los más apetecibles en estas situaciones, porque generan un placer casi inmediato en nuestro cuerpo. Pero, ¿qué sucede? A los pocos minutos los deseamos otra vez, volviendo a generarnos ansiedad. Si no los tenemos en casa, evitaremos la tentación.
- Como decía anteriormente, busca el origen de tu ansiedad por la comida; el aburrimiento, el estrés o la tristeza pueden llevarte a focalizar tu ansiedad en la comida, ya que ésta genera satisfacción.
Solución a tu ansiedad
Por último, te recomiendo buscar ayuda psicológica para poder manejar estas situaciones de manera adecuada, porque la respuesta de ansiedad que experimentamos en nuestro cuerpo es solamente la reacción que ha provocado un determinado pensamiento de nuestro cerebro. De ahí la importancia de saber cuál es el origen de ese sentimiento, pues con la ayuda de un profesional puedes cambiar esos “pensamientos generadores de ansiedad”, por otros más útiles que no provoquen esa emoción.
Si te sientes identificado/a con este tipo de situaciones y te resulta imposible manejarlas, no dudes en llamar al 967 04 48 47, nosotros podemos ayudarte.