El tema a tratar de hoy es la aplicación de hielo en la lesión aguda de tobillo. Es un tema altamente controvertido entre los profesionales de la salud que trabajamos con lesiones musculo-esqueléticas.
Actualmente el protocolo a seguir y en parte debido a la falta de evidencia se basa en gran medida en lo que el profesional cree oportuno más que en un protocolo evidenciado
En este artículo hablaremos sobre la lesión de tobillo, pero intentaremos que sea extrapolable para lesiones agudas en cualquier parte del cuerpo.
Lesiones de tobillo
Las lesiones de tobillo son una de las lesiones agudas de tejidos blandos más comunes, estas las podemos clasificar en función del daño que se produce en los tejidos en grado I, grado II y grado III.
• Grado I: Es el esguince más leve. Existe un estiramiento o distensión del ligamento, acompañada de una ligera inflamación. El paciente siente dolor al movimiento y a la compresión, y por norma general, puede caminar.
• Grado II: En el esguince de segundo grado existe un desgarro parcial del ligamento. Cursa con dolor, inflamación visible y hematoma. La marcha a pie es dolorosa, pero puede realizarse.
• Grado III: El esguince de tercer grado es el más grave de todos y presenta un desgarro total del ligamento. Se siente un dolor intenso, con inflamación y hematoma severos. Puede estar asociado a un desgarro óseo o fractura, por lo que será importante realizar pruebas de imagen, como radiografías.
Según los estudios consultados la aplicación de hielo permanente o intermitente queda evidenciado que en esguinces grado II y grado III ayudan a mejorar tanto la cantidad de inflamación como la sensación de dolor del paciente.
Pese a ello si nos tenemos que quedar con una de las dos, la evidencia respalda el uso de crioterapia intermitente en las primeras semanas, generando una mayor analgesia y reduciendo el hematoma más eficazmente que la permanente. En este caso el protocolo propuesto son tandas de 10 minutos de hielo con un descanso de 10 minutos entre cada aplicación
En cuanto a los esguinces grado I, la aplicación de hielo enlentece la recuperación por lo que la recomendación es obviar el uso de esta técnica y favorecer la movilidad y el apoyo del paciente en fases agudas.
Como conclusión y tras la consulta de varios estudios, creemos que la opinión del sanitario en función de la lesión que tiene delante sigue siendo fundamental a la hora de elegir el protocolo, quedando evidenciado que en caso de decantarse por el uso de hielo el protocolo a seguir debe ser el intermitente y por supuesto siempre y cuando las estructuras óseas permanezcan integras realizar apoyos y recuperar la deambulación cuanto antes.
El equipo de fisioterapia de Clínica Atlas esperamos haberos sido de utilidad, os recomendamos en caso de sufrir cualquiera de las lesiones descritas acudir a un profesional cualificado y si nos necesitáis no dudéis en consultarnos.
