El lenguaje se adquiere a través de la interacción del niño con el entorno, es decir, el niño desarrolla el lenguaje de manera innata a través de la imitación. Por tanto, la mejor forma de estimular el lenguaje del un niño es hablándole, ofreciéndole un modelo adecuado.
TÉCNICAS DE ESTIMULACIÓN DE LENGUAJE
- Expansión: consiste en ampliar y reorganizar sus expresiones dando el modelo correcto.
Ejemplo: “¡Mía coche!”, ”Sí, es el coche de papá” - Corregir de modo indirecto: consiste en repetir la emisión del niño corrigiendo y dando el modelo correcto.
Ejemplo: “Pome papato”. “Sí, ya te pongo el zapato” - Habla paralela: hablar sobre lo que el niño va haciendo y sus acciones, como si fuera un narrador, siempre utilizando un modelo correcto, simple y claro. Ejemplo:“¡Bebes agua! ¡Qué rica!”
- Autoinstrucciones en voz alta: consiste en expresar lo que estamos haciendo o vamos a hacer dándose autoinstrucciones en voz alta y ofreciendo al niño modelos correctos de lenguaje.
Ejemplo: “mama está haciendo la comida” - Anticipar lo que se va a realizar a continuación:
Ejemplo:“Ahora vamos a comprar…” - Dar instrucciones sencillas:
Ejemplo:“Recoge el abrigo, ponte el pijama y lávate los dientes” - Petición: Cuando pida algo con gestos o con los dedos, provocar que lo exprese de forma oral, dando opciones o formulando preguntas:
Ejemplo “¿qué quieres? ¿Quieres el coche o la pelota?” - Formular preguntas alternativas:
Ejemplo: ¿ Quieres agua o leche? SI/NO: ¿Quieres agua ? ¿Quieres leche? - Pregunta directa: consiste en realizar preguntas al niño. ¿qué es esto? ¿qué hace ese gato?. Con el fin de iniciar conversación.
- Preguntas indirectas: Se trata de una técnica que favorece la autocorrección. El adulto preguntará para que el niño pueda dar la respuesta correcta.
Ejemplo “tote azul “¿coche?” “coche” - Técnica de equivocación creativa: consiste en equivocarse adrede o hacer algo absurdo, para provocar verbalizaciones espontáneas del niño.
PAUTAS DE ESTIMULACIÓN DEL LENGUAJE
- Cuando hables al niño procura situarte de frente, de forma que éste pueda ver tus ojos y tu boca.
- Háblale despacio y de forma clara y adulta. Debemos procurar que los niños tengan un buen modelo en nosotros.
- Adapta la longitud de tus enunciados a la capacidad del niño. Usa frases sencillas y cortas para facilitar su entendimiento: Por ejemplo, «mamá baña al bebé», «bebé toma leche», etc.
- Atiende a todos los sonidos hechos por el niño y refuerza con vocalizaciones o comentarios verbales.
- Juega a repetir sonidos a modo de balbuceo. Repite aquellos sonidos que el niño ya dice o contéstale como si estuvieras hablando con él y nos hubiera dicho algo.
- Para aumentar su vocabulario, se le presentan objetos y se le indica su nombre. A la vez que se le explica para que sirve, que color tiene, la forma, sus característica.
- Reproduce sonidos ambientales y onomatopeyas de animales.
- Escucha pacientemente lo que dice su hijo y no cómo lo dice.
- Anímale a pedir verbalmente lo que deseé. No debemos conformarnos con que lo señale.
- No utilices un lenguaje infantilizado, evita el uso de diminutivos. El niño utiliza este lenguaje infantilizado porque se encuentra en este estado del proceso de adquisición del lenguaje y si lo imitamos estaremos frenando su proceso evolutivo.
- No le imite si pronuncia algo incorrectamente, pues lo único que hará es reforzar la mala pronunciación.
- No hagas repetir al niño sus enunciados erróneos.
- Utiliza preguntas abiertas. Anímale a contestarte con algo más que “si o no”.
- Dale tiempo para que responda a tus preguntas.
- Señala o marca turnos de intervención del niño. Intenta que tu hijo respete los turnos de comunicación.
- Siempre que el niño inicie una conversación intenta que ésta se mantenga el mayor tiempo posible.
- No tengas una actitud sobreprotectora y no te anticipes a sus necesidades. Sin ésta los niños podrán actuar por si mismos.
- Aprovecha cualquier ocasión (aseo, cocina, parque…) para enseñarle cosas nuevas.
Es importantísimo recompensar con elogios los esfuerzos del niño. Manifestar entusiasmo y alegría cada vez que lo que intente, aunque no siempre le salga bien.