Hoy con motivo del Día de los Enamorados, San Valentín, nos parece interesante hablar del amor, ya que hoy la mayoría de las parejas celebran su amor, cariño y pasión hacia el otro miembro.
Día a día utilizamos la palabra amor, pero, ¿de qué se compone el amor?, ¿qué hace que una pareja se mantenga en el tiempo?, ¿es lo mismo amar que estar enamorado?
¿De qué se compone el amor?
El psicólogo Sternberg desarrolló una teoría acerca del amor y las relaciones de pareja a la que llamó “EL TRIÁNGULO DEL AMOR”, en ella explicaba que el AMOR PLENO se conseguía con unión de tres vértices: PASIÓN, INTIMIDAD Y COMPROMISO.
Dependiendo del tipo de relación que se forme, unos componentes estarán más desarrollados que otros, es decir, no son estáticos; la aportación de cada uno de estos a la relación de pareja es variable incluso el tiempo, eso precisamente es lo que hace que cada relación sea única.
El primero de los componentes, la PASIÓN, tiene su punto más alto al principio de la relación, quizá por la novedad. Implica ATRACCIÓN hacia la otra persona, la cual expresamos a través del deseo, ya sea afectivo, sexual o sensual.
Este componente es el encargado de diferenciar una amistad de una relación de pareja, pero como he comentado anteriormente, estos componentes no son estáticos. Es por ello que aunque la pasión es muy intensa al principio de la relación, en la mayoría de las parejas suele disminuir con el paso del tiempo.
Si dos personas únicamente desarrollan este componente, su relación sería de corta duración, porque con el tiempo, al disminuir la pasión por habituación, esta relación estaría condenada al fracaso. Por esta razón es importante desarrollar también el resto de componentes, la INTIMIDAD y el COMPROMISO.
INTIMIDAD, el segundo de los componentes, es la capacidad para comunicarnos con la pareja de forma sincera, mostrándonos tal y como somos, con nuestras debilidades y fortalezas. Así desarrollamos la confianza en el otro, mostrando interés y preocupación por su bienestar.
Si una pareja solamente tuviese este ingrediente, estaría manteniendo una simple relación de cariño que podría ser similar a la de una amistad.
El último de los componentes, el COMPROMISO, como la palabra refleja, implica la decisión de mantener esa relación y esa exclusividad en el tiempo. Este elemento en la mayoría de los casos, excepto en matrimonios de conveniencia, se va consolidando y formando poco a poco con el tiempo, de forma progresiva; es la voluntad por mantener ese vínculo afectivo con la otra persona a pesar de las adversidades que puedan surgir, tanto en lo bueno como en lo malo.
La unión de estos tres componentes forman el AMOR PLENO, si alguno de ellos está poco desarrollado o simplemente no lo está, pueden surgir hasta 7 tipos de amor según su combinación.
Ahora que tenéis una visión del concepto de amor, ¿Cómo definirías tu relación de pareja? ¿Con qué tipo de amor te identificas? ¿Estás satisfecho/a con tu relación de pareja? si la respuesta es no, reflexiona, ¿Qué componente está poco desarrollado en tu relación?
Identifícalo y háblalo con tu pareja para comenzar a trabajarlo juntos, disfrutaréis con ello.
“El amor no es algo que se mantenga por sí solo en el tiempo, hay que trabajar en la relación para que esta no se deteriore”.