La respiración bucal es el hábito de respirar de forma habitual por la boca, durante la inspiración y la espiración, en lugar de por la nariz. Este hábito es conocido como el síndrome del respirador bucal. En este post vamos a profundizar identificar a este tipo de respiradores y en las consecuencias de la respiración bucal.
Existen varios tipos: Las personas que respiran exclusivamente por la boca, aquellas que lo hacen de forma mixta, por la nariz y la boca al mismo tiempo; y otras cuya respiración bucal es solo nocturna o al hablar.
Causas de la respiración bucal
Existen numerosas causas por las que una persona respira de forma oral.
Obstrucción de las vías aéreas. Cuando existen dificultades para que la función respiratoria se lleve a cabo por la nariz, se produce una sustitución por la respiración oral. Entre las causas más comunes está la hipertrofía de adenoides, rinitis alérgica, cuerpo extraño, desviación de tabique…
Obstrucciones faríngeas, como la hipertrofía de las amígdalas.
Flacidez de la musculatura de la cara, lo que obliga a mantener la boca abierta y produce un cambio del patrón respiratorio.
Malos hábitos orales, como uso prolongado en el tiempo de chupete, biberón o succión digital. Mantener durante tiempo el chupete o el dedo en la boca, favorece el predominio de la respiración bucal y no nasal.
Mal hábito respiratorio, hay personas que respiran por la boca sin ninguna causa aparente que lo provoque.
Características faciales para identificar a un respirador bucal
Las personas con el síndrome del respirador bucal, tienen unos rasgos faciales característicos.
- Cara estrecha y alarga.
- Boca entreabierta en reposo.
- Labio superior corto y labio inferior grueso.
- Labios resecos y agrietados con fisuras en las comisuras.
- Mejillas flácidas.
- Ojos caídos y ojeras profundas.
- Nariz pequeña con narinas poco desarrolladas.
- Piel pálida.
Consecuencias de la respiración bucal: Síntomas
Alteraciones bucales:
Durante el desarrollo del niño si no hay una respiración nasal no habrá un estímulo que haga que los huesos crezcan correctamente. Suelen ser niños con el maxilar superior poco desarrollado y paladares muy profundos y estrechos, lo que ocasiona problemas de maloclusión dental.
Incompetencia labial, debido a que siempre tienen la boca abierta para respirar. La falta de sellado o de cierre de los labios produce perdida de tono y acortamiento del labio superior, por el incorrecto desarrollo muscular.
Problemas de deglución:
Los problemas de deglución están relacionados con las alteraciones bucales.
La respiración bucal les obliga a mantener la lengua abajo, adelantada y entre los dientes y no apoyada en el paladar en el momento de tragar. También hay interposición del labio inferior durante la deglución, debido a la incompetencia del superior y al engrosamiento del inferior.
Masticación ineficiente, al respirar por la boca no se tritura lo suficiente el alimento. Además, son frecuentes los atragantamientos por la incorporación de la respiración con la deglución.
Problemas de pronunciación:
La respiración bucal también está asociada con problemas de pronunciación. La falta de tono muscular, incompetencia labial y la mala posición lingual. Provoca un habla imprecisa, con incapacidad de producir algunos fonemas.
Problemas de voz:
Las personas que respiran por la boca, suelen tener la voz ronca y áspera. Además de resonancia nasal exagerada.
Problemas de audición:
Al respirar por la boca, la presión entre la nariz y boca no se equilibran correctamente y el oído no ventila lo suficiente. Lo que supone otitis de repetición y acumulación de mucosidad.
Otras alteraciones:
Trastornos de sueño, falta de atención y coordinación, problemas de concentración y problemas posturales son otras de las consecuencias, que desencadena el síndrome del respirador bucal.
Es importante conocer las posibles causas de la respiración bucal con el fin de prevenir sus consecuencias. Así como, detectarlas de manera temprana y corregirlas. Evitar el uso de chupete o dedo de forma prolongada, mantener una buena higiene nasal, introducir alimentos sólidos a la edad correspondiente, tratar las otitis y detectar adenoides o amígdalas hipertróficas. Son recomendaciones que ayudan a prevenir el hábito de respirar por la boca. La intervención logopédica estará centrada en la Terapia Miofuncional, con el fin de corregir el desequilibrio de la musculatura orofacial, ocasionado por la respiración bucal y de instaurar los patrones adecuados para una correcta deglución. También se tratarán las alteraciones de lenguaje y voz, así como, se enseñará el patrón de respiración nasal correcto.