El porteo del bebé, ofrece innumerables beneficios tanto para los padres como al recién nacido. Pero también pueden surgir varias preguntas y dudas por parte de los padres.
¿Con qué edad puedo portearlo? ¿Es mejor el fular o la mochila? ¿Cómo sé si porteo correctamente a mi bebé? En este artículo vamos a intentar despejar estas dudas.
¿QUÉ ES EL PORTEO ERGONÓMICO?
El porteo ergonómico es un sistema de transporte que asegura un contacto constante entre el bebé o el niño (porteado) y el adulto o porteador.
Factor indispensable para que sea ergonómico es que respete la fisiología y fisionomía de ambos.
En principio no hay límite de edad o peso y en raras ocasiones está desaconsejado, si bien es verdad que para algunos métodos de porteo es indispensable que el niño mantenga control cefálico estable.
¿CUÁL ES LA POSTURA CORRECTA PARA EL PORTEO?
Tanto el niño como el adulto deberán mantener una postura correcta durante el porteo.
El niño tiene que mantener su espalda arqueada suavemente en forma de “C”, las caderas y rodillas deben estar mas de 90º, es decir, las rodillas por encima de las caderas y más o menos con el mismo ancho que los hombros. Así las piernas del niño adoptarán una forma de “M”.
Es importante que sea ajustable la altura para proteger la cabeza, porque aunque el niño tanga cierto control cefálico, al dormirse, ésta puede quedar inestable.
También es importante la posición del porteador, el bebé debe ir bien pegado al cuerpo del adulto, a una altura en la que nos permita dar un beso en su cabeza sin tener que flexionar nuestro tronco.
¿QUÉ POSICIONES DE PORTEO SON LAS MEJORES?
Dependiendo del tipo de porteo que usemos, nos permitirá poner a niño en diferentes posiciones.
- De cara a nosotros: es la posición más segura, en todo momento tenemos contacto visual con el niño y respeta su fisionomía. Es la más indicada para bebés más pequeños.
- A los lados: es igual de segura pero se suele utilizar en niños un poco más mayores que ya quieren ver lo que ocurre a su alrededor, permitiéndoles dormir apoyados en nosotros siempre que lo necesiten.
- En la espalda: ergonómicamente es igual de correcto para el niño, pero bajo mi punto de vista no es un porteo seguro, puesto que no mantenemos contacto visual con el niño y no podemos ofrecerle protección en caso de que la necesite.
- Hacia delante: en ningún caso pondremos a nuestro bebé de espaldas a nosotros, no es una posición en la que el niño mantenga la espalda y las piernas en una postura erogonómica.
TIPOS DE PORTABEBÉS
Existen en el mercado cantidad de soluciones para portear a nuestro bebé, pero todas no son igual de seguras.
- Fular o pañuelo: es la solución más versátil, puesto que lo puedes adaptar para cualquier peso, tamaño y edad del bebé. Como inconveniente tiene el que requiere una mayor destreza para ponerlo correctamente y nos asalta la duda a menudo de si lo hemos colocado bien.
- Bandolera de anillas: para el niño es una buena solución, pero hay que tener cuidado de colocar al niño barriga con barriga y que pueda mover la cabeza para respirar libremente.
Para el adulto, al ser un complemento asimétrico no es demasiado ergonómico y puede provocar dolor en el hombro o en la espalda. Por supuesto, es mejor utilizar este tipo de porteo a no utilizar nada (respecto a las molestias de espalda del adulto).
- Mochilas no erogonómicas: suelen tener la base que separa las piernas del niño demasiado pequeña, provocando que las piernas no estén en posición de “M” y que queden colgando, siendo peligroso para el niño.
- Mochilas ergonómicas: tienen la base que separa las piernas del niño suficientemente amplia como para que el niño mantenga una buena posición de “ranita”. Pero, ojo, a veces, si el niño es muy pequeño, esta base quedará demasiado grande y también puede provocar que el niño no lleve las piernas bien colocadas. Lo ideal en estos casos es una mochila en la que la base se pueda ajustar. Importante también, que la altura de la cabeza se pueda ajustar a la talla del niño.
ENTONCES ¿CÓMO PORTEO A MI BEBÉ?
No existe un portabebés ni una posición ideal. Lo importante es que el niño vaya seguro, el porteo sea ergonómico, tanto para el bebé como para el porteador y lo más importante que ambos vayan cómodos, de nada sirve portear a tu hijo si va incómodo y no para de llorar.
Espero haber resuelto vuestras dudas, pero si tenéis alguna pregunta respecto a éste o a otro tema relacionado, no dudéis en poneros en contacto con nosotros, en Clínica Atlas estamos encantados de responderos a todas vuestras preguntas.
